MI RUTINA DE LIMPIEZA FACIAL

Hoy os quiero hablar de mi rutina de limpieza facial diaria.

El propósito de la limpieza es eliminar maquillaje, bacterias, sudor y la grasa que se acumula en nuestra piel a lo largo del día. Se trata de un paso importantísimo en nuestro camino hacia una piel saludable.

Es importante distinguir entre desmaquillar y limpiar. Aunque no nos hayamos maquillado, debemos limpiar siempre nuestra piel (al menos una vez al día). Si nos hemos maquillado, antes de limpiar es necesario aplicar un desmaquillante específico que nos ayude a retirar el maquillaje.

Cada noche, lo primero que hago es desmaquillar los ojos con un producto específico. En mi caso, utilizo el desmaquillante de ojos de Klorane.

Está indicado para ojos sensibles y para usuarios de lentes de contacto. Humedezco un disco de algodón y retiro el maquillaje con movimientos MUY SUAVES (recordad que esta zona es muy sensible!)

A continuación, aplico los dos pasos de limpieza de la firma Kanebo.

La cultura japonesa siempre se ha identificado por un excelente mimo hacia la belleza facial (recordemos a las geishas), se cuidan muchísimo la piel y son muy celosos con la limpieza. Evitan siempre la exposición solar, y es por ello que su piel suele ser envidiable. En estos momentos, como sabéis, la cosmética japonesa está en auge.

Pues bien, el primer paso que utilizo es Silky Purifying Cleansing Milk. 

Se trata de una leche desmaquillante de textura sedosa. Se reparte muy bien por el rostro con un suave masaje.

Para retirar el producto, utilizo la Sponge Chief de la misma firma. 

Se trata de una toallita-esponja muy suave que ayuda a eliminar el maquillaje de manera impecable. Una vez hemos terminado de usarla, se lava con un poco de jabón y se deja secar. Cuando está completamente seca, se pone dura y así permanecerá hasta que volvamos a humedecerla para el siguiente uso. Me parece un producto ideal para pieles sensibles, ya que en mi caso, el uso de los discos desmaquillantes tendía a irritarme la piel.  Si tenéis la piel muy sensible, el truco está en humedecer la toallita y no escurrir demasiado, dejándola bastante empapada notaréis que es aún más respetuosa con vuestra piel! Como veis en la foto, se vende en una bolsita. Conservadla porque os servirá para guardarla cuando vayáis de viaje.

Una vez finalizado este primer paso, pasamos al segundo: la limpieza.

En mi caso, utilizo  Silky Purifying Creamy Soap. 

Se trata de un jabón que, al contacto con el agua, se convierte en espuma. Proporciona hidratación a nuestra piel y es también muy agradable de utilizar por su textura sedosa. Cunde muchísimo (sólo necesitaréis el tamaño de un garbanzo en cada aplicación, yo llevo usándolo unos seis meses y aún me queda bastante producto).

Según el tipo de piel y vuestras preferencias, tendréis la posibilidad de combinar estos dos pasos de limpieza de Kanebo utilizando otros productos diferentes a los que yo uso y que podéis consultar en su página web. (Por las mañanas aplicaríamos solamente el paso 2 pero por las noches, aunque no nos hayamos maquillado, se recomiendan los dos pasos para una limpieza más profunda).

En este caso, para retirar el paso 2, utilizo la esponja Konjac. 

Podéis observar a la izquierda la apariencia de la esponja una vez mojada y a la derecha en seco. La cuerda que veis sirve para una aplicación más cómoda (se introduce la mano en la cuerda)

Si no habéis oído hablar de esta esponja, os diré que es una maravilla. La primera vez que oí hablar sobre ella fue en Tips and Confessions, podéis pinchar en el enlace para leer su review sobre este producto.

Se trata de una esponja 100% natural, biodegradable, sin colorantes, muy suave, con un ph equilibrado, que proporciona una limpieza profunda y natural.

El Konjac tiene mucha reputación por sus propiedades saludables y ha sido utilizado por los japoneses durante más de 1500 años. Originalmente era utilizado como medicina en el siglo VI. Desde hace más de un siglo, los japoneses empezaron a utilizar el vegetal Konjac (Konnyaku) como tratamiento de belleza para su delicada piel. Es una planta de rica fibra naturalmente hidratante que es, por naturaleza, alcalina, y por ello equilibra la acidez de las impurezas y los aceites de la piel.

Según su propia web: “La estructura única de esta esponja, masajea suavemente la piel y estimula el flujo sanguíneo y el crecimiento de nuevas células de la piel. Deja la piel extremadamente limpia y fresca de una manera… natural! No hay necesidad de utilizar jabones o limpiadoras a menos que realmente así lo desees. En caso de usar jabón o limpiadora, necesitarás usar mucho menos producto, ya que la esponja genera más espuma y se extiende mucho mejor”.

Para la limpieza facial, podéis encontrar tres tipos: con arcilla verde para pieles de normales a grasas (mi caso), con arcilla roja para pieles secas y sensibles, y con arcilla rosa para pieles fatigadas y desvitalizadas.

En mi caso, la humedezco con agua fresquita y voy haciendo movimientos circulares. Aclaro con agua para eliminar la crema limpiadora y vuelvo a repetir los movimientos circulares por todo el rostro. Así hasta que quede la piel completamente limpia.

El masaje que proporciona la esponja Konjac es fantástico para irnos después a la cama…

Como habéis leído, el uso de crema limpiadora con la esponja no es necesario, pero yo lo prefiero. Mi marido, sin embargo, la usa sola y también le da muy buenos resultados.

Cuando hice el pedido, leí que tenían también esponjas indicadas para bebés y niños, así que encargué dos, para mis dos niñas.

Como en la foto anterior, a la izquierda la esponja en seco, y a la derecha una vez mojada

Estas esponjas están indicadas incluso para recién nacidos. No tienen químicos ni toxinas, por lo que son estrictamente respetuosas con la delicada piel de los bebés. Es perfecta, también, para niños con piel sensible o eczema. Los bebés recién nacidos aún no tienen toda la protección que necesitan y su piel puede absorber cinco veces más productos químicos y contaminantes que la nuestra ya de adultos. Su textura extra suave es perfecta para limpiar, así que no hará falta usar gel que podría contener químicos. Sin embargo, una vez más, si elegimos usarlos, utilizaremos mucho menos producto. También sirve para una suave aplicación del champú en el cabello del bebé, y mojándola y escurriendo delicadamente la esponja sobre su cabeza, procederemos a un cómodo aclarado.

Como curiosidad, esta esponja ha sido declarada por artistas del mundo del maquillaje como una esponja perfecta para la aplicación de maquillaje (yo no la he probado para este fin aún, así que no os puedo contar!) Supongo que será un uso parecido al de la famosa esponja Beauty Blender, con un resultado de aplicación más cercano al de un aerógrafo que el resultado que nos da la brocha.

Si os interesa, podéis encontrar más información en su página web. El precio de la esponja para bebés es de 5.25 libras y el de las esponjas para la limpieza facial, 5.75 libras. En una semana ya tenía el pedido en casa.

Es importante que renovemos nuestras esponjas cada tres meses aproximadamente para evitar bacterias y gérmenes. (Sponge Chief y Konjac).

Una vez que he terminado con los pasos 1 y 2, aplico el tónico que nos ayudará a equilibrar y a terminar de eliminar restos de maquillaje e impurezas (si aún los hubiera). Ahora mismo estoy usando el de Narsskin: Hydrating Freshening Lotion. 

Está indicado para suavizar la piel e intensificar la acción de la hidratante que apliquemos a continuación. Exfolia, hidrata y proporciona luminosidad a la piel.

Esta es la teoría, pero llevo muy poco tiempo usándolo como para deciros mi opinión. La textura es como la de un gel, no es completamente líquido como suelen ser los tónicos. Si os interesa, decidme, y más adelante, cuando pase el tiempo suficiente como para formarme una opinión, escribiré una review sobre este producto.

Y hasta aquí los pasos que sigo en mi rutina de limpieza facial por las noches.

Por las mañanas, siempre tengo en la ducha Piel de Ángel, de Lush. 

Me gusta mucho utilizar esta limpiadora una vez al día porque junto con una limpieza muy eficaz, ejerce también una suave exfoliación (no os preocupéis que es muy muy suave!). Sus ingredientes son rosas, lavanda, arroz molido y arcilla. Lo único que no me gusta de esta limpiadora es el olor (con todos los olores maravillosos que podemos encontrar en los productos Lush!), pero lo perdono por sus muy buenos resultados en mi piel. Después de la ducha, siempre justo antes de aplicar la hidratante, me doy un ligero masaje con la esponja Konjac.

Recordad que hay muchos desmaquillantes y limpiadoras en el mercado, indicados para diferentes tipos de piel y de diferentes precios. El secreto está en encontrar lo que le vaya bien a vuestra piel. (No todas las pieles reaccionan igual con los mismos productos!).  Parece un tópico, pero hay que escuchar lo que nuestra piel nos dice y lo que nos pide!

Espero que os haya resultado interesante.

Un besote,

Material Girl